6la zarza
(Ex., 3, 2), y muchas veces al mismo Señor.También han tenido muchas visiones corpóreas eimaginarias otros que eran pecadores, como Caín
(Gén.,4, 9), Baltasar
(Dan., 5, 5), que vio la mano en la pared; yde las imaginarias tuvo Faraón (Gén., 41, 2) la visión delas vacas y Nabucodonosor la del árbol
(Dan., 4, 2) yestatua
(Dan., 2, 1); y otras semejantes hay en las Divinasletras. De donde se conoce que para estas visionescorpóreas e imaginarias no se requiere santidad en elque las recibe. Pero es verdad que quien tiene alguna visión imaginaria o corpórea, sin alcanzar luz o algunainteligencia, no se llama profeta, ni es perfectarevelación en el que ve o recibe las especies sensitivas,sino en el que tiene la inteligencia, que, como dijoDaniel
(Dan., 10, 1), es necesario en la visión; y asífueron profetas José y el mismo San Daniel, y no Faraón,ni Baltasar, ni Nabucodonosor. Y aquella será más alta yexcelente visión en razón de visión, que viniere con mayory más alta inteligencia, aunque en cuanto a lo aparenteson mayores las que representan a Dios y su Madresantísima, y después a los Santos por sus grados.641.El recibir visiones corpóreas cierto es que pideestar dispuestos los sentidos para percibirlas con ellos.Las imaginarias muchas veces las envía Dios en sueños,como al santísimo José
(Mt., 1, 20), esposo de Maríapurísima, y a los Reyes Magos (Mt., 2, 12) y Faraón (Gén,41, 2), etc. Otras se pueden recibir estando en lossentidos corporales, que en esto no hay repugnancia.Pero el modo más común y connatural a estas visiones y alas intelectuales, es comunicarlas Dios en algún éxtasis orapto de los sentidos exteriores; porque entonces estánlas potencias interiores todas más recogidas y dispuestaspara la inteligencia de cosas altas y Divinas; aunqueen esto menos suelen impedir los sentidos exteriorespara las visiones intelectuales que para las imaginarias,porque éstas están más cerca de lo exterior que las